Los Cleveland Cavaliers necesitan que llegue el receso del Juego de Estrellas. Los Cavs lucen sin ánimo, sin espíritu y sin química como unidad. Desde diciembre 25, juegan para balance de 6-12, llegando a ser el equipo #28 en defensa colectiva. Su defensa no les permite estar en juegos y anoche perdieron frente a los Rockets de Houston, 120-88.
Es la segunda derrota aplastante en las últimas dos semanas en casa, ya que el 20 de enero perdieron frente al Thunder de OKC, 148-124. La llegada de Isaiah Thomas ha representado más retos que respuestas. Se trata de un armador de solamente 5’8” de estatura y los Cavs lucen como uno de los equipos más bajitos de la liga. Además, acaban de perder por ocho semanas a su segundo mejor jugador, Kevin Love.
Con este panorama, debemos analizar el futuro de los Cavaliers y evaluar una posible respuesta para el equipo de Ohio. La realidad es que sus problemas defensivos son muy profundos y no se resuelven con la llegada de un centro defensivo como DeAndre Jordan. Ciertamente será de gran ayuda, pero esto no los pone al nivel de los Warriors.
Los Cavs saben que a menos que consigan a una super-estrella del nivel de AnthonyDavis, cosa que no va a pasar, sus oportunidades de ganar el Campeonato son remotas.
Se encuentran en la misma situación de la temprada 2010, cuando LeBron James tomó la decisión de unir sus fuerzas a Dwyane Wade y Chris Bosh en Miami. En ambos años los Cavs cuentan con piezas que no aportan lo suficiente y que ya pasaron sus mejores años. Una gerencia que no tiene un plan definido y que claramente no va por el camino correcto.
También, LeBron James se encuentra en su último año de contrato y el drama rodea a la franquicia de los Cavaliers. Por estas razones, no es un secreto que hay una gran probabilidad de que LeBron abandone nuevamente a los Cavs al finalizar la temporada. De hecho, LeBron optó por no extender su contrato y esperar hasta el final de la temporada para tomar su decisión.
Los Cavs no pueden volver a perder a LeBron sin nada a cambio.
La temporada de los Cavs parece que no tendrá un final feliz y en la gerencia de los Cavs saben que muy probablemente perderán al “Rey”. Entonces, ¿por qué no cambiarlo? Varios equipos buscarían la manera de añadir a LeBron a su plantilla y estarían dispuestos a salir de sus jugadores jóvenes y turnos del próximo draft.
Los Cavs necesitan comenzar este equipo de 0 y la manera correcta es apostando al futuro. Si LeBron se marcha el próximo verano, vía agencia libre, los Cavs no recibirán nada a cambio y simplemente perderán a James. Entonces, es mejor perderlo esta temporada, pero recibir varias piezas que les ayuden a formar un equipo para el futuro.
LeBron James está teniendo una gran temporada y aún le restan varios años de buen baloncesto. Pero, ha demostrado esta temporada que el tiempo comienza a pasarle factura y ya no puede cargar solo a un equipo.
James necesita jugar en un equipo que tenga las piezas necesarias para competir. Este equipo, sin dudas, no es el de los Cavaliers. La gerencia debe evaluar muy seriamente esta posibilidad, ya que este próximo miércoles, 8 de febrero es la fecha límite para hacer cambios y el barco de los Cavs se sigue undiendo.