Un día como hoy, en el 1995, el considerado mejor jugador de todos los tiempos, firmó su regreso en un intenso partido con los Bulls en su visita al Market Square Arena, la cancha de Indiana Pacers situada en Indianápolis.
Un día antes se había publicado el histórico comunicado de tres palabras:
“I’m Back”
Jordan
Michael Jordan tuvo salida temprana en octubre de 1993, cuando dejó el baloncesto cansado de sacrificios, éxito, presión medidatica y, sobre todo la muerte de su padre, que fue asesinado a sangre fría dos meses antes.
Luego de una semana de rumores y millones de esperaranzas, el 19 de marzo Michael Jordan vestía un nuevo número en una nueva época. Atrás quedaba el 23 con el que ganó tres anillos antre 1991 y 1993. Ahora vestía el 45 y aludió que era porque el 23 fue retirado por su equipo y colgana en el techo del United Center.
No hubo necesidad de firmar un acuerdo , ya que el contrato que la estrella firmó con los Bulss en 1988 seguía vigente y MJ con apenas días de entrenamiento y adaptación a sus compañeros, fue titular.
En su retorno a la NBA, Jordan, emparejado con Reggie Miller, disputó 43 minutos en los que anotó 19 puntos con poca eficiencia en el tiro, lanzando de 7 de 28. MJ se mostraba fuera de ritmo tras 21 meses sin haber disputado un encuentro oficial.
MJ tuvo oportunidades de poner el partido de cara para su equipo en los últimos minutos, pero finalmente Indiana logró forzar el tiempo extra y los locales se llevaron la victoria tras una prórroga por 103-96. Hay que recordar que en ese momento los Pacers eran uno de los mejores equipos de la Conferencia Este.
“O me quedaba corto con mis tiros o me pasaba. Jugué mal. Pero no ha sido el primer mal partido que he jugado en mi vida,” declaró Jordan tras el encuentro.
El choque entre Bulls y Pacers fue retransmitido por NBC a nivel nacional en Estados Unidos y hasta ahora sigue siendo el partido de temporada regular más visto en la historia de la NBA.
Los Bulls
Los Chicago Bulls del 1995 era un equipo que había perdido gran parte de su potencial tras la marcha de su mejor jugador. La temporada anterior terminaron de manera injusta con los Bulls eliminados en semifinales de conferencia a manos de New York Knicks, pero el segundo año sin Jordan se estaba haciendo cuesta arriba pese a seguir contando con Phil Jackson en el banquillo y Scottie Pippen en cancha.
Chicago tenía un récord de 34-31 en ese momento y luchaba por una posición que le diese acceso a playoffs. El regreso de Jordan, aunque resultase en derrota en su primer partido, permitió a los Bulls lograr una racha de 13-4 en los últimos 17 encuentros de la temporada regular y clasificarse de nuevo para las rondas por el título, en las que cualquier cosa podía pasar con Jordan.
Chicago finalizó la temporada regular con una marca de 47 victorias y 35 derrotas en tercera posición de la División Central y se situó como quinto cabeza de serie de la Conferencia Este en los playoffs.
En primera ronda Charlotte Hornets no pudo contener a Jordan (3-1) a pesar de contar con ventaja de cancha local, pero en semifinales de conferencia, Orlando Magic, con Shaquille O’Neal y Anfernee Hardaway a la cabeza, mostró las carencias de unos Bulls huérfanos en los tableros y de un Jordan sin preparación suficiente. Los de Florida vencieron en la eliminatoria por 4-2 pese a que Jordan volvió a usar el dorsal 23 de forma definitiva a partir del segundo encuentro de la serie.
Michael Jordan, dolido por esta derrota, trabajó durante todo el verano mientras rodaba Space Jam y volvió por sus fueros en noviembre de 1995, iniciando la considerada por mucha mejor campaña de la historia de la NBA.
Los Bulls lograron el mejor récord de siempre con 72 victorias en 82 partidos —superado por Golden State Warriors 20 años después— y consiguieron un nuevo anillo.
A nivel individual, Michael Jordan volvió a ser el máximo anotador de la liga y logró los MVP de la temporada, All-Star y Finales de 1996.