Los Red Sox de Boston demostraron porque fueron el mejor equipo de la temporada regular y lograron ganar 108 partidos. El equipo liderado por el boricua Alex Cora, dominó a los campeones Astros de Houston y no le permitió ganar un partido en su estadio. Luego de perder el primer partido de la serie, los Red Sox se repusieron para ganar los próximos cuatro encuentros. Una combinación de buen bateo y lanzadores que demostraron su valor en los momentos importantes, los Red Sox se encaminan a su gran reto, la Serie Mundial.
Estos fueron los cinco factores más importantes en la victoria de os Red Sox sobre los Astros.
5. Imparable ofensiva de los Red Sox
Los Red Sox fueron el equipo que más carreras anotó en la temporada regular y los lanzadores de los Astros registraron la mejor efectividad en Las Mayores. Era un choque de titanes, entre una alineación con poder, velocidad y bateadores de promedio, contra lanzadores de poder y buena efectividad. Sin embargo, la ofensiva de los Red Sox estuvo imparable, en especial en los partidos celebrados en el Minute Maid Park. Los Red Sox anotaron ocho carreras en el tercer partido, ocho en el cuarto y cuatro en el quinto. Daba la sensación de que los Astros no podían mantener a los bateadores de los Red Sox lejos de las bases y Boston contó con muchos momentos de amenaza.
Además, muchas de las carreras de los Red Sox llegaron con dos outs en las entradas, lo que demuestra el bateo oportuno de este equipo. Los brazos de los Astros no fueron efectivos, en especial los del bullpen. Justin Verlander lanzó muy bien por los Astros, pero perdió el último partido de la serie por el jonrón oportuno de Rafael Devers. Lo impresionante de esta serie es que Mookie Betts no fue dominante en ofensiva y J.D. Martínez conectó cuadrangular solo en el último encuentro. La parte baja de la alineación de los Red Sox fue crucial, tanto así, que el MVP de la serie lo fue su último bate Jackie Bradley Jr.
4. Responde David Price
David Price cargaba con la responsabilidad de no ser efectivo en la postemporada. Fueron muchos los años en que falló en los momentos importantes y los Red Sox lo sabían. Sin embargo, Alex Cora mantuvo la confianza en su lanzador y le entregó la pelota en el segundo y quinto encuentro de la serie. Price tuvo un segundo juego que no fue el mejor, lanzando 4.2 entradas y permitiendo cuatro carreras. Sin embargo, los Red Sox lo apoyaron ofensivamente y terminaron ganando 7-5 para empatar la serie 1-1.
Luego, llegó el quinto juego con la oportunidad de finiquitar a los Astros y adelantar a su primera Serie Mundial desde 2013. Price estuvo brillante, lanzando seis entradas en blanco, permitiendo solamente tres hits y ponchando a nueve. Fue refrescante ver su actuación, los “monstrous” del pasado desaparecieron y Price lució como lo que es, un excelente lanzador de Grandes Ligas. Los Red Sox saben que lo necesitan en su mejor forma para ganar la Serie Mundial.
3. Las lesiones de los Astros terminaron costándole
Los dirigentes no acostumbran a utilizar las lesiones como excusa y es que no deben serlo. Todos los equipos juegan 162 partidos y están expuestos a las mismas situaciones. Las lesiones son parte del juego y hay que saber trabajar con ellas. De hecho, lo que hace complejo ganar un campeonato, en cualquier deporte, es el hecho de saber manejar las largas temporadas y tener a tus jugadores listos para la postemporada.
Sin embargo, hay que mencionar que la alineación de los Astros no lucía tan amenazante como el año pasado. La razón principal fue que José Altuve y Carlos Correa jugaron con lesiones. Altuve apenas podía correr y tuvo que jugar de bateador designado con dolencias en su rodilla. Mientras que Carlos Corres jugó con molestias en su espalda y vio afectada su producción. Estos son dos de los líderes y principales jugadores ofensivos de este equipo. Su impacto es innegable y los Astros sintieron su baja producción.
2. El bullpen de los Red Sox no resultó tan malo
Antes de comenzar la postemporada se hablaba de la deficiencia del bullpen de los Red Sox. No contaban con brazos dominantes, con excepción de Craig Kimbrel. Sin embargo, los Astros cuentan con Joe Kelly, Ryan Brasier y Matt Barnes, quienes han hecho un trabajo espectacular en la postemporada. Además, el dirigente Cora no escatima cuando se trata de conseguir una victoria. Vimos como utilizó, en dos ocasiones, a Rick Porcello para lanzar la octava y a Chris Sale en una ocasión.
El bullpen de los Red Sox no es tan malo como hablan y logró contener el ataque de los Astros en las últimas entradas. Kimbrel sigue teniendo problemas, permitiendo carreras en cuatro salidas consecutivas. Este es un detalle que tiene que mejorar para que los Red Sox no tengan problemas en la Serie Mundial. De lo demás, los Red Sox están listos para competir con cualquiera que sea el representante de la Liga Nacional.
1. Alex Cora, un genio del béisbol
No cabe duda de que Alex Cora atraviesa por el mejor momento de su carrera. Como jugador nunca fue pieza principal en sus equipos y en el campeonato con Houston era A.J. Hich el que estaba al mando. Pero, este año Cora se ha consagrado como uno de los entrenadores jóvenes más sobresalientes y con mejor proyección a futuro. Con solo 42 años, Cora fue seleccionado para dirigir a los Medias Rojas y no ha decepcionado. Sus decisiones pueden ser controversiales, pero han terminado dando los resultados esperados. La manera en que maneja a sus lanzadores y alineación es realmente brillante. Cora parece estar “en la zona” y cada decisión que toma termina siendo la correcta.
Ese fue el caso en la serie contra los Yankees, cuando trajo en el tercer encuentro para el tercer juego a Brock Holt, Christian Vázquez y Rafael Devers. El resultado fue inmediato con los Red Sox ganando 16-1 y Holt convirtiéndose en el primer jugador en la historia en conectar para el ciclo en la postemporada. Luego utilizó a Chris Sale en la octava entrada y los Red Sox eliminaron a los Yankees. Su estilo de dirigir es agresivo, tomando decisiones extremas, si es necesario, y pensando en la victoria de hoy, la que tengo en la mano. Gusta de correr las bases y crear muchas situaciones con la velocidad de juego. Y la verdad es que cuenta con un equipo muy balanceado, donde aparecen los batazos largos, pero también generan carreras con el corrido de base. Sin dudas, Cora se ha graduado con honores y ahora enfrenta su mayor reto, culminar el trabajo que comenzó y llevar a Boston su primer campeonato desde 2013.