La pasada temporada se creo un debate intenso sobre quien debía ser escogido el Novato del Año. La pelea era entre tres, Jayson Tatum, Donovan Mitchell y Ben Simmons. De los tres finalistas, Mitchell y Simmons representaban los casos más sólidos y fueron hasta el día final los favoritos a ganar. El premio terminó en las manos de Simmons, pero Mitchell era igual de merecedor. Luego de las tremendas temporadas que tuvieron, se esperaba que ambos despuntaran y se convirtieran en estrellas para sus respectivos equipos. Sin embargo, esa no ha sido la realidad y estos jugadores están lejos de lo que se espera de ellos.

Donovan Mitchell

El escolta de los Jazz de Utah impresionó al mundo de la NBA con su explosividad, habilidad para anotar y su sangre fría en los momentos importantes. Su ataque al canasto es despiadado y puede lanzar con efectividad a larga distancia.Es un gran atleta, pero también es inteligente en la cancha. En su primer año logró promedios de 20.5 puntos, 3.7 rebotes y 3.7 asistencias por juego. Además, lanzó para 43.7% de campo, 34% de la línea de tres puntos y 80.5% de la línea de tiradas libres. Fue un año excelente para un novato y las expectativas eran que Mitchell despuntara como uno de los mejores jugadores jóvenes de la Conferencia del Oeste y quizás alcanzara los 25 puntos por juego.

Pero, ese no es el caso y Mitchell luce estancado, con números muy parecidos a los de su primera campaña en la liga. Este año promedia 20.6 puntos, 2.8 rebotes y 3.5 asistencias por juego. Lanza para un 42.7% de campo, 29.2% de la línea de tres y 80.7% de la línea de tiradas libres.

Su eficiencia lanzando el balón bajo y sus números no suben en lo absoluto. Esto lo están sufriendo los Jazz, quienes decaen en su juego y apenas juegan para marca de 13-13. El pasado año jugaron marca 48-34 y terminaron quintos en la poderosa Conferencia del Oeste.

Ciertamente, la temporada es joven y Mitchell tiene las herramientas para mejorar sus actuaciones. Los Jazz necesitan a su joven estrella en la mejor forma posible y es tiempo de comenzar a llevar su juego al próximo nivel.

Ben Simmons

Este jugador se caracteriza por su altura en la posición de armador y su visión de cancha. Sin embargo, en una liga que depende cada vez más del perímetro, es imposible ser efectivo y no lanzar el triple. Este es el caso de Simmons, en lo que va de temporada no ha tenido ni un intento detrás del arco. Sus números en la temporada son muy parecidos a los del año pasado y que le llevaron al premio de Novato del Año. Pero, se esperaba que también diera un salto en su juego, en especial en el área de anotar. Su efectividad ha bajado grandemente y con la llegada de Jimmy Butler, también ha bajado su rol. El año pasado logró promedios de 15.8 puntos, 8.1 rebotes y 8.2 asistencias por partido. Además, lanzó para un 54.5% de campo.

Este año la historia es muy parecida, pero la inhabilidad de Simmons para anotar el balón comienza a molestar y crear situaciones en Philly. No es un jugador en el que se pueda confiar en los momentos cruciales y por eso Butler comienza a quitarle protagonismo. Este año promedia 15.3 puntos, 9.0 rebotes y 7.9 asistencias. Además, lanza para un 57% de campo. Ese porciento es excelente, pero esconde la realidad que le persigue, sus números son exclusivamente de ataques al canasta y por eso su porciento de efectividad en lances es elevado. Pero, Simmons no lanza tiros de tres y lo más increíble es que mencionó que no lo hace porque al momento no tiene la necesidad. En la postemporada es donde más salen estas deficiencias y es que los equipos contrarios preparan un plan defensivo donde le cerrarán las líneas de ataque  le obligarán a lanzar de afuera o pasar el balón. Simmons tiene las herramientas para ser un excelente jugador en esta liga, pero es necesario que comience a invertir tiempo en su juego ofensivo.

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