Estamos acostumbrados al dominio total de la NBA por parte de los Warriors de Golden State. Tres campeonatos en los últimos cuatro años son muestra inconfusa de su poderío y la delantera que llevan sobre los demás quintetos de la liga. Sin embargo, cada imperio tiene su final y muchos auguran que el final de los Warriors es esta temporada.
Al momento juegan para marca de 23-13, segundos en la Conferencia del Oeste, nada mal para un equipo normal, pero nada bueno para los Warriors. No lucen dominantes y ya perdieron cinco juegos en su casa, donde prácticamente nadie les podía ganar. Los estragos son reales, pero es un problema permanente o solo una mala racha de temporada regular. O en otras palabras, ¿Podrá algún equipo vencerlos cuatro veces en una serie de postemporada?
La defensa no se encuentra al nivel de otros años
Cuando se habla de los Warriors todos pensamos en ofensiva y eso está muy bien cuando se toma en cuenta que tienen en su alineación a dos pasados MVP y cuatro participantes del Juego de Estrellas. Dicho eso, los Warriors lograron ser exitosos en las pasadas campañas por su defensa. Normalmente culminan entre los mejores tres equipos defensivos de la liga y aprietan cuando cuenta, en la postemporada. Sin embargo, este año ese no es el caso y el equipo se encuentra en la posición 14 de Defensive Rating, que mide a los equipos más efectivos defensivamente.
Al momento permiten 111.5 puntos por juego a sus oponentes, colocándose en la posición #20 en ese departamento. Además, los equipos le tiran para 45.1% de campo, empate en la décima posición en la NBA. En pocas palabras, los Warriors no están mostrando garra en el lado defensivo. Su ofensiva se nutre de su esfuerzo defensivo y de los errores de sus contrarios. La velocidad de su juego y los triples abiertos se crean con jugadas defensivas y crean confianza para ejecutar una mejor ofensiva en media cancha.
Para que tengan una idea más clara, el año pasadopermitieron a sus oponentes lanzar para 44.7% de campo y fueron el tercer mejorequipo en ese renglón. Además, solamente permitieron 107.5 puntos por juego,cuatro menos que este año.
Klay Thompson y Draymond Green no encuentran el aro
Los Warriors cuentan con dos constantes en Steph Curry y Kevin Durant, dos jugadores que juegan a nivel de MVP en todo momento. Sin embargo, lo que los convierte en un equipo especial es la química con la que cuentan y el hecho de que su tercer mejor jugador es Klay Thompson y puede aportar más de 20 puntos todas las noches. Además, Draymond es capaz de correr la ofensiva y anotar triples para abrir la cancha para sus compañeros. Pero, este no ha sido el caso este año, con Draymond y Klay jugando por debajo de su nivel.
Thompson es el más extraño de los dos, pues es considerado uno de los mejores tiradores de la historia. Sin embargo, sus porcientos caen drásticamente este año y no encuentra el aro. Lanza para 43.6% de campo, su más bajo desde 2012-2013. En sus lances de tres, que es su especialidad, apenas lanza para 33%, la cantidad más baja en su carrera. De hecho, nunca ha tirado por debajo del 40% de la línea de tres puntos. Del tiro libre no es la excepción y lanza para 80.4%, su por ciento más bajo desde 2013-2014. Los estragos de Thompson son evidentes y comienzan a afectar el éxito del equipo.
El caso de Draymond es un poco más extremo y causa mucha preocupación. Apenas está promediando siete puntos por juego,su cantidad más baja desde 2013-2014. De campo lanza para un 41.3%, lo más bajo desde 2013-2014 y de la línea de tres lanza para 22.6%, lo más bajo desde 2012-2013, su temporada de novato. Los problemas de Draymond pueden ir más allá de la cancha, pues vimos como explotó contra Kevin Durant en un momento de frustración. Ese momento pudo afectar la química del equipo y no se sabe si tendrá solución.
Problemas de química y se acerca DeMarcus Cousins
Los problemas de los Warriors son evidentes, pero ¿serán suficientes para que pierdan cuando cuentan con tanto talento? Lo que hizo especial a este equipo en los pasados año fue la manera en que jugaban y como se entendían en la cancha. Una química creada por años y comandada por su dirigente, Steve Kerr. Sin embargo, el tiempo pasa y los contratiempos comienzan a surgir. El evento entre Durant y Green aparenta ser serio y puedo afectar la química del equipo. Ahora, se incorpora uno de los jugadores más problemáticos de la liga y con un rol muy reducido, algo que no experimentaba en sus ocho años en la NBA.
Es un jugador volátil que se caracteriza por no poder controlar su temperamento. Ahora se enfrenta a un escenario nuevo, un equipo con expectativas extremadamente altas y con un rol muy pequeño para su talento. Además, hay que sumar que se encuentra en un contrato de solo un año y será agente libre el próximo verano. Esto implica que el jugador tiene la presión extra de producir para poder conseguir un contrato grande.
Cousins es un jugador dominante de la pintura, pero algo torpe defendiendo en el perímetro.
¿Afectará eso la defensa del equipo? ¿Podrán ser mejor los Warriors con Cousins o añadirá un problema adicional a la ya afectada química del equipo?
Todo esto hace que el resto de la temporada sea entretenido. Tendrán los fanáticos de los Warriors la oportunidad de celebrar el Three Peat o sus “haters” los verán caer. Se calienta la NBA.