Russell Westbrook parece que perdió un poco la cabeza recientemente y se autoproclamó el mejor reboteador, pasador y defensor de su posición. El armador tiene razón en una sola cosa, es el mejor reboteador en su posición. Pero, no hay que ser un experto para saber que no es el mejor armador defensivo y no es el mejor pasando el balón. Estas declaraciones muestran el grave problema que enfrenta el Thunder de OKC con su estrella, Westbrook, que se ve así mismo de una manera equivocada y afecta el rendimiento del equipo.
Su promedio de asistencias no refleja que sea un gran pasador
Desde la salida de Kevin Durant del Thunder, Westbrook se eliminó en primera ronda todos los años. Su fanaticada pretende achacar estas derrotas a que juega “solo” y no tiene mucha ayuda, pero ha jugado con tipos de la talla de Victor Oladipo, Paul George, Steven Adams y más reciente Dennis Schroeder. De hecho, este año Paul George juega a nivel de MVP y Adams es uno de los jugadores más subvalorados en la NBA.
El problema que enfrenta Oklahoma es que su estelar armador es muy emocional y domina demasiado el balón, pensando que es la mejor manera. De hecho, los números son para pelos, Westbrook posee el récord del “usage percentage” más alto en la historia de la NBA. Lo estableció en 2016-17, su temporada de MVP, y fue de 41.65. Para que tengan una idea, lo más cercano fue Kobe Bryant en 2005-06 y fue de 38.74. Nadie en la historia había alcanzado los 40. Le sigue James Harden este año y nuevamente Russell Westbrook. Michael Jordan también aparece en esta liga con un 38.29 en 1986-87.
Lo curioso es que en la temporada en que Kobe logró es por ciento de uso tuvo promedio de 35 puntos por juego. Jordan por su parte logró promedio de 37 puntos por juego. Todos estos jugadores fueron eliminados en primera ronda de postemporada. Es sencillo, ese tipo de baloncesto crea grandes estadísticas individuales, pero afecta grandemente el colectivo. Ese es Westbrook, un jugador egoísta que piensa que es a su manera que se debe jugar baloncesto y afecta al colectivo con sus decisiones. Como el año pasado, cuando en el juego de eliminación contra los Jazz decidió lanzar 43 veces y tomar 19 triples, cuando estadísticamente fue de los peores tiradores de tres en la NBA.
Tampoco es el mejor armador defensivo
Otra característica que se achaca Westbrook es la de mejor armador defensivo. Esto tampoco es cierto, aunque lidera liga en robos por juego con promedio de 2.8, su efectividad defendiendo a sus rivales no es elite. De hecho, su energía ofensiva le quita a la hora de defender. Westbrook no es malo defensivamente, pero no está cerca de ser el mejor como indica. Realizar cortes de balón es parte de la defensa, pero no es el todo. Es mucho más importante frenar a su oponente y esa no es la especialidad de Russ.
Si algo es cierto es que este año Westbrook no tiene que hacer tanto por su equipo. Cuentan con un núcleo de jugadores excelentes y cuentan con la mejor defensa colectiva de la liga. Tienen las piezas adecuadas para adelantar bastante en la postemporada y retar el reinado de los Warriors. Ya no le quedan excusas a este jugador, esperemos que con 30 años de edad haya madurado como jugador y comprendido que para ganar un campeonato necesita dejar que sus compañeros se desarrollen y aporten. Lleva mucho tiempo intentando hacerlo solo y termina afectando el colectivo, aún contando con excelentes compañeros.
Luego de la salida de Durant, Westbrook se dedicó a acumular estadísticas, promediando triple-doble en todas esas temporadas. Sin embargo, fue eliminado en primera ronda todos los años. Si el armador no decide cambiar su juego, nunca ganará un campeonato de NBA y pasará a ser el mejor talento atlético perdido por su baja inteligencia dentro de la cancha. Solo el tiempo dirá.
Este equipo es mejor cuando Westbrook hace menos
Suena irónico, pero es real. El Thunder es un mejor equipo cuando Russell Westbrook intenta hacer menos y deja que sus compañeros contribuyan. El tener todo el tiempo el balón y decidir en cada jugada interfiere en el desarrollo del equipo. Tratar de tomar rebotes, quitándoselos a los hombres grandes les quita oportunidades de meterse en el juego y buscar contribuir. Un buen movimiento de balón y el buscar que cada jugador contribuya mejora la química del equipo y ayuda a que mejoren ofensiva y defensivamente.
Un jugador que no es involucrado en ofensiva no va a defender con el mismo ímpetud. Casos como estos hay decenas en la historia de la liga. A principios de la carrera de Michael Jordan, era un caso muy parecido al de Westbrook. Jordan establecía estadísticas increíbles, pero no se traducían a victorias, a campeonatos. Por ejemplo, en la temporada de 1986-87 Jordan logró promedios de 37 puntos por juego, una cantidad extraordinaria. Sin embargo, los Bulls fueron barridos en primera ronda por los Celtics de Boston.
Cuando llega Phil Jackson a dirigir a los Bulls, cambia la filosofía del equipo y le hace entender a Jordan que para ganar campeonatos era necesario involucrar a todos sus compañeros. Es aquí que integran la ofensiva de triángulo, que se basa en movimiento continuo del balón y de cuerpos. No mal interpreten, Jordan siguió como el matador que fue, solamente involucraba a sus compañeros porque entendió que esto mejoraría la ofensiva, la defensiva y la química del equipo. El resultado todos lo conocemos, seis campeonatos de NBA.
A Westbrook se le hace tarde para comprender esto. Tiene 30 años y su juego depende demasiado de su habilidad atlética. Cuenta con las piezas necesarias para competir por el campeonato. Paul George está jugando a nivel de MVP y son el mejor equipo defensivo de la liga. Esa mejoría defensiva se debe, en gran medida, a la disposición de Westbrook de mejorar en ese lado de la cancha. Ya no está utilizando tanta energía en el lado defensivo y se ha mentalizado en ser efectivo en defensa. Cuando Westbrook se lo propone puede ser muy bueno defensivamente, pues cuenta con las herramientas físicas para lograrlo. El equipo va por la senda correcta, enfatizando en defensa y brindando a George y otros compañeros desarrollar su juego ofensivo. La pregunta es, ¿podrá Westbrook mantener esta actitud de desprendimiento o hará lo de siempre y terminará eliminado en primera ronda?