Kyrie Irving entra a la temporada 2019-20 de la NBA con mucho que probar. Su paso por Boston no fue el mejor y fue el causante de mucha distracción y discordia dentro del camerino de los Celtics. Además, su labor en cancha en la postemporada dejó mucho que desear. Sabemos del talento de este súper jugador, que es uno de los más talentosos de la liga anotando. Su habilidad para lanzar de corta, media y larga distancia, junto con unas manos privilegiadas y un dribleo del más alto nivel, lo convierten en uno de los jugadores más espectaculares del mundo.
Ahora, Kyrie llega a Brooklyn para unir su talento al de Kevin Durant. Pero, como todos sabemos, ese junte tendrá que esperar un año, pues KD está recuperándose de una lesión en el talón de aquiles. Kyrie tendrá la encomienda de liderar a este equipo solo, mientras regresa Durant.
Gran comienzo para Kyrie
Kyrie sin decepcionar en la primera parte de la temporada. Mantiene promedios de 32.6 puntos y 7 asistencias por juego, convirtiéndose en el primer jugador en la historia en mantener promedio, de al menos, 30 puntos y cinco asistencias en sus primeros cinco partidos con un nuevo equipo.
Kyrie luce impresionante, pero los Nets apenas juegan para marca de 2-3. Esto debe cambiar próximamente, pues el equipo comienza a mostrar mejor química en cancha y lograron una impresionante victoria contra los Rockets de Houston. La eficiencia de Kyrie está por las nubes y lanza para 46% de campo, 44% de la línea de tiradas libres y 90% de la línea de tiradas libres.
Pueden criticar a este jugador por su influencia en el vestuario de sus equipos, pero su habilidad es incuestionable. Es un jugador espectacular que domina el juego y que aporta en grande para su equipo. Cuando regrese KD, este equipo será muy complicado, contando con dos de los mejores anotadores de la NBA. Lo mejor es que KD no necesita dominar el balón para anotar, pues su eficiencia está a otro nivel. Mientras tanto, disfrutaremos a Kyrie en su mejor versión jugando en su casa, en New York.